El aislamiento social nos obligó a romper las rutinas y los hábitos que habíamos formado, revolucionando la manera en cómo vivimos, cómo trabajamos, cómo estudiamos, etc. La formación de la nueva rutina, adecuarnos a los nuevos hábitos, establecer nuestras oficinas o centro de estudios en el hogar; puede llegar a ser tan abrumador que nos hace creer que estamos siendo improductivos e ineficientes. Además, que el tiempo no ajusta para todas las obligaciones que debemos de cumplir.
Algunos consejos para administrar más óptimamente nuestro tiempo, son los siguientes:
Recuerda, sé paciente contigo mismo. Es normal que te sientas estresado, frustrado e incómodo, las cosas están cambiando y cambiarán por un tiempo pero no te desanimes. Todo es una oportunidad.
Fuente: Tecnológico de Monterrey
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